jueves, 30 de abril de 2020

Día Internacional del Jazz



Hoy, día 30 de abril, se celebra el  Día Internacional del Jazz,  pero, ¿qué es el Jazz?

El jazz es un género de música que surgió a finales del siglo XIX en los Estados Unidos. La principal característica del jazz es que no se apega de manera estructurada a una partitura, sino que se basa en la improvisación y la libre interpretación. Lo habitual, de todas formas, es que los músicos ejecuten un tema conocido dentro de un cierto marco armónico, y que dejen volar su imaginación para adornarlo y modificarlo según la inspiración. La interpretación más habitual del jazz incluye un instrumento solista (como una trompeta) acompañado por una sección rítmica (batería, bajo, contrabajo) e instrumentos armónicos (piano, guitarra). El jazz puede ser interpretado tanto por solistas como por tríos, cuartetos o las denominadas big bands, de múltiples integrantes.

¿Qué aporta el jazz a los niños?

En  primer lugar,  les muestra la belleza de la improvisación en la vida en general. Centrarse en aquello que nos está sucediendo ahora mismo sin agobiarse por lo que traiga el futuro es una lección valiosa que ayuda a cualquier persona a acercarse a la felicidad.

En  segundo lugar,  facilita la superación de episodios traumáticos y contribuye a evitar conductas depresivas. Esto está conectado con la comentada vitalidad de este tipo de música, ya que al escuchar jazz se aprecia la importancia de disfrutar de cada momento independientemente del pasado o de lo que esté por venir.

En  tercer lugar,  gracias a su carácter cambiante y a buscar la sorpresa tanto en sus ritmos como en su melodía, escuchar jazz también predispone al oído para aprender idiomas.

Es por todas estas razones, que se concluye que el jazz tiene una incidencia muy positiva en el rendimiento académico y en la formación general de los más pequeños. Esto se explica porque agiliza las funciones cognitivas en mayor medida que otros estilos musicales. Algunas piezas de jazz también ayudan a la relajación, permitiendo desconectar y descansar tras un ejercicio intelectual.

Lógicamente, no todas las propiedades del jazz se limitan al ámbito psicológico, puesto que sus ventajas para el desarrollo también son evidentes. Bailar al son de la música jazz estimula la movilidad y permite trabajar la coordinación y la psicomotricidad. Al fin y al cabo, en el jazz no existe ninguna relación de pasos de baile prefijados, por lo que la improvisación también se traslada al ámbito del movimiento. Así, escuchar jazz constituye un ejercicio de crecimiento integral.

A continuación os dejo una canción muy divertida de jazz que aparece en una película de dibujos para los niños llamada 'Los Aristogatos':


Bibliografía utilizada:

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